Desde les Corts Con Amor: En la piel de Carlos Antonio





No me gusta, no me gusta, no me gusta ¡! Finalizada la temporada con otro Alirón más para los que visten de blaugrana emulando el record de puntos de Mourinho y con un futbol poco vistoso durante muchos pasajes pero aún con el ojo aguado por la catástrofe sufrida ante la maquina alemana del Múnich, estas palabras han sido el pan de cada día de muchos culés a raíz de las decisiones tomadas en cuanto al futuro del club y la avalancha de noticias suscitadas durante este verano europeo.

Terminada la Liga, comenzaron las especulaciones sobre el futuro de muchos jugadores e inclusive sobre la continuidad del Míster, pero todo se diluyó con la llegada del astro Brasilero Neymar y la Copa Confederaciones, yo veía el torneo con bastante recelo, ya que no olvidaba la carga de partidos del bloque blaugrana que hace tiempo no tiene una pretemporada relajante y todas mis preocupaciones tomaron forma luego de la semifinal ante Italia que sin duda alguna pasaron factura en la final, donde a los ojos del planeta y en un calco de la semifinal de Champions, casi los mismos nombres fueron ultrajados sin compasión por la auriverde.

La llegada del mago del empeine supuso un descanso y una ilusión para los culés ávidos de noticias para el equipo, sin embargo aún no sabemos si Neymar será parte de la escuela del príncipe Didi que tenía por principio la supremacía colectiva o la del Rey Pele cuyo pilar era la supremacía individual, pero no se habla de ello y de allí viene el porqué de mi entrada, en una decisión polémica la directiva encabezada por Sandro Rosell dio salida a David Villa con rumbo al Atlético de Madrid por una cifra cercana a los 5 millones de euros, gran parte de los seguidores, que todo hay que decirlo, han llegado a estas tierras blaugranas por esnobismo, saltaron a quejarse y romper sus vestiduras, exigiendo la hoguera para el presidente y juzgando como ignominia lo sucedido.

Los seguidores que llevamos más años bien sea por convicción o por edad, (voy camino inexorablemente hacia mis 30, de los cuales 12 han sido de amor profundo por esta institución) tratábamos de hacer un llamado a la calma, recordando la campaña pasada donde el máximo artillero histórico de La Roja brilló por su bajo rendimiento a causa de la lesión sufrida en el Mundial de Clubes y la poca ascendencia que había tenido en el grupo tras su retorno, sin olvidar su edad lo que hacía un poco más explicable él porque del traspaso pero no, las hordas antirosellistas exigían dimisión y acudíamos a una sublevación digna de Egipto o lugares circundantes.

Pero todo esto había tenido su eclosión cuando el club decido rescindir el contrato de Eric Abidal por razones médicas, con dolor asistimos a aquella rueda de prensa, donde el jugador nos narraba que el club no contaba más con sus servicios, allí muchos comenzaron sus ataques frontales hacia la directiva, ya que no comprendían el por qué se hacía eso, que no era el modo, que la era de los valores había terminado, yo aquí acudo a algo básico y es que el grupo no podía seguir más disperso por las situaciones medicas de sus miembros, creo que todos amamos a Abidal, pero los ciclos se deben cerrar y los clubes sociales quedan en otros lados, del mismo modo así lo entendió Tito Vilanova quien lacónico meses después anuncio que recaía de su enfermedad y no continuaba más al mando del equipo.

Pero los no me gustas han sido verbo en el último tiempo, Deulofeu cedido al Everton? No me gusta, Bojan al Ajax? Y por qué no se vende? No me gusta, Muniesa, Fontas y Thiago vendidos? Sobre todo en el último caso los alaridos de quejas llenaban las redes sociales, se iba el nuevo Xavi, horror, corten la cabeza de Rosell, curioso que cuando lo vi en el partido de la Súper Copa Alemana con la camiseta del Bayern y cuyas desasistencias costaron sendos tantos del Dortmund, esas voces no sonaban tan claras.

Y como olvidar el ataque frontal de Pep Guardiola, apóstol del Barcelonismo quien cargó sus baterías de nuevo ante el maldito nombre de Rosell y su junta, como clamaban las voces pidiendo dimisión, la horca, la silla eléctrica, incluso algunos osados pedían el retorno de Dinho, pero callaron ante la réplica del ex­ técnico Vilanova, quien desmintió todo, aquellos que defienden al de Sampedor a capa y espada olvidan que ahora el actúa bajo otra divisa y que las cosas cuando finalizan hay que dejarlas ir.


Podría seguir horas, frente al ordenador narrando como los blaugranas han dejado el futbol a un lado para hablar de cosas que no van al caso, algunos con mucho fundamento criticaron la llegada de Gerardo Martino por su falta de experiencia en Europa, otros porque si, otros están afanados por la llegada del central, otros siguen al rebaño que con el “Malleus Maleficarum” en la mano, continúan la cacería de brujas, olvidando que lo que interesa es la estabilidad del equipo, yo por mi parte no soy hincha de ningún jugador, soy seguidor del azul y bordó, no me interesa que vuelva Laporta a quien le debemos el desangre económico del club y menos que siga Rosell quien actúa tan cerebral que olvida la pasión con la que se fundó el club, solo me interesa, estar allí siempre alentando como cuando solo ganábamos el Joan Gamper porque no había para más o como estos 5 años llenos de éxitos, desde donde sea, a la hora que sea y entendiendo que hay cosas más allá de mi ser, pero que si existe algo más superior que esas fuerzas del mercado, de la lógica o del poder y es el amor, ese amor que me tiene aquí y que nunca me permitirá claudicar y espero que esos, que andan predicando el No me gusta!, dejen de vivir, en la piel de Carlos Antonio.


0 comentarios:

Publicar un comentario