El domingo jugó su último partido profesional, uno de mis idolos. El gran Iván Ramiro Córdoba, rionegrero de nacimiento, colombiano de vocación e italiano por adopción. Los 19 años de carrera del antioqueño tuvieron momentos de extrema alegría y profunda tristeza.
En 1993 Iván Ramiro debutó en la segunda división de Colombia, defendiendo los colores del combinado de su tierra, el Deportivo Rionegro. Con "Los Leones del Oriente" a pesar de no alcanzar los primeros puestos de la Primera B, si logró llamar la atención de un grande de la primera división. Sus actuaciones le sirvieron para ser elegido por Atlético Nacional como su nuevo defensor central, su saltabilidad, entrega y elegancia fueron características que lo catapultaron como jugador ídolo de la afición verdolaga y a ojos de muchos como el sucesor de Andres Escobar. Con los verdes obtuvo en 1997 su primer título, el de la copa Interamericana.
La calidad mostrada lo llevó a vestir la camiseta de la Selección Colombia en la Copa América de Bolivia. Su juego hizo que se convirtiera rápidamente en un referente del combinado patrio. Fue elegido para hacer parte del equipo que jugaría el mundial de Francia sin sorprender a nadie; lo realmente sorprendente fue verlo en el banco, cediendo su puesto al menos talentoso pero de mayor talla, Ever "Chaca" Palacios.
Después del fracaso mundialista al ser eliminados en primera ronda, y a pesar de no ser titular, Ivan Ramiro consigue su traspaso a San Lorenzo, uno de los grandes de Argentina. Aunque tuvo momentos difíciles con el Cuervo, al final se ganó el afecto de los hinchas de San Lorenzo.
El defensor más rápido del mundo empezó a interesar a grandes de Europa, muchos golpearon a la puerta, pero solo el Inter se llevó al colombiano, relación que solo terminó hace unos días. Su cosecha con el Internazionale fue de 15 títulos, ser el "vicecapitano" del Inter y digno representante del fútbol colombiano. Todo esto endulzado por el afecto y la admiración de los hinchas Nerazzurris.
Quizás la tristeza más grande para Córdoba, fue no haber logrado competir nuevamente en una copa del mundo. Sin embargo con la camiseta colombiana marcó el gol más importante de toda su vida, un gol que hizo gritar a millones de compatriotas que por primera vez tocaron la gloria, gracias a Ivan Ramiro Córdoba levantamos por primera vez la Copa América.
Ivan Ramiro fue el símbolo del jugador integral, ese que es un profesional dentro y fuera de la cancha. Del caballero que apoya a sus compañeros y colegas. Del hombre que dejó en alto el nombre del país.
Por: Rubén Casas
@rubenchocasas
rubendarioc.d@gmail.com
Excelente descripción de uno de los mejores defensores colombianos de todos los tiempos
ResponderEliminarGracias Andres. Sin duda Ivan Ramiro hace parte de la historia de nuestro fútbol.
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