La Copa Libertadores 2013 ha llegado a su fin y finalmente consagró al Atlético Mineiro. El 'galo', conjunto que arrasó en la fase de grupos y que le mostró al mundo que la magia de Ronaldinho estaba intacta, se coronó en la fatídica definición por penales. Acá un recuento del más reciente campeón del certamen continental.
Foto: www.latercera.com |
Atlético Mineiro clasificó a la Copa Libertadores 2013, cuando terminó 2do del 'Brasileirao' 2012, detrás del campeón Fluminense. En ese equipo ya estaba Ronaldinho, quién había llegado a mitad de año procedente del Flamengo, donde no logró resultados satisfactorios. Sin embargo, con el conjunto 'chico' de Belo Horizonte, Ronaldinho se mostró en gran forma y por eso quedó subcampeón de ese torneo. Ese segundo lugar le dio la opción para disputar la Copa Libertadores, trofeo que acaba de sumar a su vitrina.
Como bien anticipábamos, el Atlético Mineiro logró una excepcional campaña en fase de grupos al tabular 15 puntos de 18 posibles y anotar 16 tantos, recibir 9, para totalizar una diferencia de +7. En octavos de final, curiosamente, le tocó como rival al Sao Paulo, equipo que ya había derrotado en la fase de grupos. En cuartos de final, tuvo a un complicado Xolos de Tijuana, equipo que por poco lo elimina, si no es por la salvadora atajada de Víctor, tras el cobro del colombiano Riascos. En semifinales, Mineiro enfrentó a Newell's, que tenía entre sus filas a un Scocco en su máximo nivel. A este equipo lo eliminó por la vía del penal, donde Víctor, de nuevo, se transformaría en figura.
Olimpia, el último rival
Atlético Mineiro recibía en el espectacular estadio Mineirao, al tres veces campeón de la Copa Libertadores, Olimpia de Paraguay. El primer tiempo fue de lado y lado, pero siempre predominando el ímpetu del local por acortar la distancia que se había creado desde ese encuentro disputado en Asunción. La primera parte terminó con un 0 - 0 que prolongaba la angustia de la hinchada del Atlético Mineiro.
En la segunda parte, apenas comenzado el encuentro, Jó capturó un centro de Rosinei que no pudo despegar la zaga paraguaya, y ahí, en el suelo, logró impactar el balón para derrotar a Martín Silva -porterazo- y así decretar el 1 -0 parcial que trasformó la angustia en esperanza. Mineiro siguió visitando con continuidad el arco custodiado por Silva, pero las oportunidades no se concretaban y la desesperación se apoderó del 'galo'. La salvación llegó cuando en una jugada la zaga de Olimpia despejó al costado izquierdo, donde llegó Bernard para centrar y encontrar la cabeza de Leonardo Silva, que logró vulnerar la valla olimpista para decretar el 2 - 0 y desatar la locura de todos los asistentes al Mineirao, que presenciaron el milagro de emparejar la serie. El tiempo reglamentario terminó y comenzó el alargue.
En el alargue, ya las piernas no contestaban. Cada pelota que se corría se hacía mas por amor propio, que por reservas físicas. En una jugada de Olimpia, Ferreyra tuvo la oportunidad de marcar un tanto que hubiese silenciado a casi todo Belo Horizonte, pero el jugador se enredó, situación que no le permitió impactar el balón como él quería. Algo avisaba esa oportunidad malograda. Wilmar Roldán, árbitro colombiano, decretó el final del tiempo de alargue y el campeón tenía que salir por la traicionera vía de los penales.
Penales, Cuca y su devoción
Una de las postales que más se repitió en los partidos del Atlético Mineiro, era la devoción de Cuca, técnico del galo, cada vez que había una jugada de alto peligro. En los cobros por la vía del penal, el brasilero siempre se arrodillaba e imploraba que su equipo saliera triunfante de todas las difíciles batallas que tuvo que afrontar. Mas si se tiene en cuenta que la magia de Ronaldinho que se hizo presente en la fase de grupos y en octavos, se había dilatado en las fases más definitivas. Cuando Matías Giménez impactó su cobró al palo, que decretaba como campeón al conjunto de Belo Horizonte, su rostro quedó rojo por la emoción de la hazaña conseguida. Él se jugó una Copa Libertadores aparte.
¿Por qué Mineiro es 'justo' campeón?
Mineiro fue el mejor en la fase de grupos y pese a que su rendimiento fue cayendo en las fases más complicadas, siempre tuvo la convicción de que su casa tenía que ser la clave para consignar éxitos. Además, la historia del fútbol siempre nos ha mostrado que a veces el que juega más bonito, no cosecha nada y viceversa. Pues bien, así le tocó a Mineiro, con un rendimiento en bajada, pero siempre confío en la magia de Ronaldinho, la seguridad de Víctos y la picardía de Bernard.
Lo que muchos deseábamos: Ronaldinho campeón
Es menester aceptar que todos nos 'encariñamos' con el Atlético Mineiro, porque fue el conjunto que le devolvió la magia a Ronaldinho. Toda la magia que destiló, todo ese 'jogo bonito' que nos hizo ver y que se ganó los aplausos de todo el mundo. Esta victoria le hace bien al fútbol, ya que nadie podía entender como un crack como Dinho, muy carismático por demás, había perdido su fútbol por sus desordenes. La poca presión que tuvo en Mineiro, hizo que jugara como si fuera un chiquitín, tal y como lo plasmaban en un comercial de una famosa marca de zapatillas. Ahora, con esta consagración, todos esperamos que Scolari le dé una oportunidad a Ronaldinho de vestirse con la casaca de la 'Canarinha' y que se despida de la mejor manera del fútbol, con esa sonrisa tan particular que él tiene y que nosotros como espectadores imitábamos cada vez que hace alguna pirueta futbolística.
Así terminó esta Libertadores, que dejó un final feliz con la postal de la sonrisa del fútbol al lado del trofeo más codiciado en Sudamérica a nivel de clubes.
Hasta una próxima oportunidad y recuerden que la conquista de América sigue: ya viene la Copa Sudamericana.
Escrito por Mauro Alejandro Gutiérrez Salgado
Bogotá Distrito Capital, Colombia
@MauroGutierrez
mauroagutierrezs@gmail.com
Como bien anticipábamos, el Atlético Mineiro logró una excepcional campaña en fase de grupos al tabular 15 puntos de 18 posibles y anotar 16 tantos, recibir 9, para totalizar una diferencia de +7. En octavos de final, curiosamente, le tocó como rival al Sao Paulo, equipo que ya había derrotado en la fase de grupos. En cuartos de final, tuvo a un complicado Xolos de Tijuana, equipo que por poco lo elimina, si no es por la salvadora atajada de Víctor, tras el cobro del colombiano Riascos. En semifinales, Mineiro enfrentó a Newell's, que tenía entre sus filas a un Scocco en su máximo nivel. A este equipo lo eliminó por la vía del penal, donde Víctor, de nuevo, se transformaría en figura.
Olimpia, el último rival
Atlético Mineiro recibía en el espectacular estadio Mineirao, al tres veces campeón de la Copa Libertadores, Olimpia de Paraguay. El primer tiempo fue de lado y lado, pero siempre predominando el ímpetu del local por acortar la distancia que se había creado desde ese encuentro disputado en Asunción. La primera parte terminó con un 0 - 0 que prolongaba la angustia de la hinchada del Atlético Mineiro.
En la segunda parte, apenas comenzado el encuentro, Jó capturó un centro de Rosinei que no pudo despegar la zaga paraguaya, y ahí, en el suelo, logró impactar el balón para derrotar a Martín Silva -porterazo- y así decretar el 1 -0 parcial que trasformó la angustia en esperanza. Mineiro siguió visitando con continuidad el arco custodiado por Silva, pero las oportunidades no se concretaban y la desesperación se apoderó del 'galo'. La salvación llegó cuando en una jugada la zaga de Olimpia despejó al costado izquierdo, donde llegó Bernard para centrar y encontrar la cabeza de Leonardo Silva, que logró vulnerar la valla olimpista para decretar el 2 - 0 y desatar la locura de todos los asistentes al Mineirao, que presenciaron el milagro de emparejar la serie. El tiempo reglamentario terminó y comenzó el alargue.
En el alargue, ya las piernas no contestaban. Cada pelota que se corría se hacía mas por amor propio, que por reservas físicas. En una jugada de Olimpia, Ferreyra tuvo la oportunidad de marcar un tanto que hubiese silenciado a casi todo Belo Horizonte, pero el jugador se enredó, situación que no le permitió impactar el balón como él quería. Algo avisaba esa oportunidad malograda. Wilmar Roldán, árbitro colombiano, decretó el final del tiempo de alargue y el campeón tenía que salir por la traicionera vía de los penales.
Penales, Cuca y su devoción
Una de las postales que más se repitió en los partidos del Atlético Mineiro, era la devoción de Cuca, técnico del galo, cada vez que había una jugada de alto peligro. En los cobros por la vía del penal, el brasilero siempre se arrodillaba e imploraba que su equipo saliera triunfante de todas las difíciles batallas que tuvo que afrontar. Mas si se tiene en cuenta que la magia de Ronaldinho que se hizo presente en la fase de grupos y en octavos, se había dilatado en las fases más definitivas. Cuando Matías Giménez impactó su cobró al palo, que decretaba como campeón al conjunto de Belo Horizonte, su rostro quedó rojo por la emoción de la hazaña conseguida. Él se jugó una Copa Libertadores aparte.
¿Por qué Mineiro es 'justo' campeón?
Mineiro fue el mejor en la fase de grupos y pese a que su rendimiento fue cayendo en las fases más complicadas, siempre tuvo la convicción de que su casa tenía que ser la clave para consignar éxitos. Además, la historia del fútbol siempre nos ha mostrado que a veces el que juega más bonito, no cosecha nada y viceversa. Pues bien, así le tocó a Mineiro, con un rendimiento en bajada, pero siempre confío en la magia de Ronaldinho, la seguridad de Víctos y la picardía de Bernard.
Lo que muchos deseábamos: Ronaldinho campeón
Es menester aceptar que todos nos 'encariñamos' con el Atlético Mineiro, porque fue el conjunto que le devolvió la magia a Ronaldinho. Toda la magia que destiló, todo ese 'jogo bonito' que nos hizo ver y que se ganó los aplausos de todo el mundo. Esta victoria le hace bien al fútbol, ya que nadie podía entender como un crack como Dinho, muy carismático por demás, había perdido su fútbol por sus desordenes. La poca presión que tuvo en Mineiro, hizo que jugara como si fuera un chiquitín, tal y como lo plasmaban en un comercial de una famosa marca de zapatillas. Ahora, con esta consagración, todos esperamos que Scolari le dé una oportunidad a Ronaldinho de vestirse con la casaca de la 'Canarinha' y que se despida de la mejor manera del fútbol, con esa sonrisa tan particular que él tiene y que nosotros como espectadores imitábamos cada vez que hace alguna pirueta futbolística.
Gilberto Silva y Ronaldinho, con la Copa Libertadores. Foto: www.libero.pe |
Así terminó esta Libertadores, que dejó un final feliz con la postal de la sonrisa del fútbol al lado del trofeo más codiciado en Sudamérica a nivel de clubes.
Hasta una próxima oportunidad y recuerden que la conquista de América sigue: ya viene la Copa Sudamericana.
Escrito por Mauro Alejandro Gutiérrez Salgado
Bogotá Distrito Capital, Colombia
@MauroGutierrez
mauroagutierrezs@gmail.com
Fuentes: www.pasionlibertadores
www.atletico.com.br
Exelente por Ronaldinho ... Ahora si se puede decir q lo gano todo
ResponderEliminar