Antes de hablar del partido en sí, sería inaudito no hacer una mención a la fiesta que se vive en este tipo de competiciones. Ese color naranja encendido, visible desde todo ángulo, contagia de pasión y alegría cualquier estadio donde se presente el equipo holandés. Un espectáculo total esto del fútbol, y mucho más como lo viven los tulipanes desde las gradas. Algún día vestiré un traje naranja con corbata y una peluca para ver un partido.
Todo estaba servido para un buen encuentro entre dos selecciones que pasaron como cabezas de grupo. La principal ausencia para mí era la del central Mathijsen aunque otros hablaran de Huntelaar. Sin duda una difícil tarea la del técnico Van Marwijk al tener excelentes jugadores para escoger, sobretodo en la zona ofensiva, qué más ejemplo que arrancar sentando a Rafael van der Vaart, Kuyt o el mismo Klaas-Jan.
La naranja comenzó demostrando su poderío frente a una defensa danesa nerviosa, sobretodo a la hora de salir jugando. Lo que en papel parecía una formación con un solo delantero en los holandeses se convertiría en una con tres y hasta cuatro. Afellay demostró por qué arrancó de titular, se asoció bien con Sneijder y con Van Persie y buscaron el arco rival en varias ocasiones. Lo de Robben fue visible ante los ojos de cualquier espectador; su capacidad individual es indiscutible pero parecía jugando un partido aparte. Aunque la banda cambiada es su fuerte, permanecía tanto tiempo pegado a ella que el balón tenía que transitar todo el campo para llegar a él. Eso sí, en un buen remate que tuvo la pegó contra el palo.
Los disparos al arco por parte de los tulipanes fueron muchos, aunque no todos con buena dirección. Lo intentaron laterales, volantes defensivos, de ataque y su delantero, pero la mala puntería, el arquero rival y la mala suerte se hicieron protagonistas. Por el otro bando, la primera que tuvo el equipo danés se metió al fondo del arco. El gol le dio vida al equipo rojo que en esta ocasión jugaba de blanco. No sólo significó estar por encima del marcador sino que fortaleció todo el sistema. Parecía un equipo sin alma, sin propuesta, por momentos nervioso y con poca administración del balón, pero el gol, ese evento por el que cobra sentido el fútbol, fue todo para el equipo rival.
Al final muchas dudas para los naranjas. Cuando un equipo juega tan volcado al ataque se relaja mucho en la parte de atrás, faltó carácter en esa zona defensiva. Lo de los laterales, poco o nada. Los volantes de marca, aunque sin mucho trabajo les faltó más compromiso y paciencia para administrar el balón. Mereció más el equipo naranja, sí, pero no las concretó y el fútbol es así, se gana es con goles, no es de merecimientos.
1. Me quedo con el trabajo de Afellay y Sneijder, insistentes y con buenos movimientos.
2. Lo de Robben? Ay Robben!
3. Se viene Alemania y la única es ganar, pare de contar.
Ficha técnica
Ficha técnica
Junio 11 del 2012
Estadio Metalist Stadium de Járkov (Ucrania)
Holanda: Stekelenburg; Van der Wiel (Kuyt, min.85), Heitinga, Vlaar, Jetro Willems; Van Bommel, Nigel de Jong (Van der Vaart, min.71), Robben, Wesley Sneijder; Ibrahim Afellay (Huntelaar, min.71) y Robin van Persie.
Dinamarca: Andersen; Jacobsen, Kjær, Agger, Simon Poulsen; Zimling, Kvist; Rommedahl (Mikkelsen, min.85), Eriksen (Schone, min,46), Krohn-Dehli; y Bendtner.
No es por traer mala suerte ( más de la que ha tenido la naranja); pero a pesar de contar con una de las mejores nóminas europeas. No funcionan como equipo. Un saludo.
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