El favoritismo le pesó a los tulipanes. La buena campaña de clasificación quedará simplemente en la historia como una anécdota más. El fracaso es rotundo por donde se le mire, de ser la mejor delantera de la fase previa pasó a ser la segunda con más bajo rendimiento además de ser la segunda defensa más vulnerada. Es la peor participación en la Eurocopa del equipo holandés y ni hablar de su fútbol, quedó en deuda, definitivamente un juego intermitente y con muchos altibajos.
Como fue costumbre en los partidos de fase de grupos el equipo naranja salió motivado a la cancha, al parecer el trabajo anímico y las recomendaciones en el vestuario llenaban de buena actitud y entrega a los jugadores pero lastimosamente ese fútbol, esa insistencia y dominio del balón que se hizo costumbre en el comienzo de todos los juegos se fue diluyendo con el pasar de los minutos.
La nomina por fin variada con respecto al primer juego dio sus frutos. El equipo holandés generó las principales jugadas de peligro y en unas de esas llegó el gol. Ahora como inicialista Rafael van der Vart ilusionaba a la afición siempre presente con un bonito tanto desde fuera del área. Se hacía justicia por primera vez para el equipo más insistente hasta ese momento.
La dicha duró poco. El fútbol se fue apagando, las ideas se fueron perdiendo y el equipo rival se empezó a apropiar de la esférica a medida que pasaban los minutos. El criticado Cristiano Ronaldo pudo concretar un buen pase filtrado. Se iba convirtiendo en figura y apagando las ilusiones naranjas que hasta ahí dependían de dos goles más a favor y una victoria bávara.
Lo irregular del fútbol holandés era cada vez más notable. El segundo tiempo fue como ver el partido anterior a este pero con diferentes uniformes. Unos jugadores que trataban pero sin muchas ideas, otros que desaparecían de la cancha por varios minutos y ni tocaban el balón. La zona defensiva no era muy segura y el medio campo parecía perdido por momentos. Los dos delanteros nueves se incomodaban el uno al otro, y aunque uno partía desde más atrás tienen características muy similares dentro del área y había poco espacio para moverse.
Pasados los minutos llegó el segundo gol de Cristiano Rolando y hasta ahí se firmó la historia. La derrota pesaba anímicamente en unos jugadores que llegaron siendo favoritos, llamados a ser figuras pero que veían desconcertados como caían partido tras partido sin encontrar una explicación. Al final caras largas y frustración en una selección que generó mucha expectativa pero que poco logró. Quizás fue la única "grande" que se quedó en el camino y eso desanima más.
Muchas reflexiones e interrogantes quedarán luego de esta Eurocopa. Será el momento de cambiar de nombres, despedir agradecidos a los jugadores más veteranos y empezar a fortalecer un grupo mixto en el que se incluyan algunos jóvenes que han venido haciendo buenos procesos con sus clubes.
Se sabía que era el grupo de la muerte pero al menos esperábamos una alegría, tan siquiera una. La pasión naranja continúa a pesar de las derrotas pero que duras son.
Junio 17 del 2012
Estadio Metalist Stadium de Járkov (Ucrania)
Holanda: Stekelenburg; Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Willems; Van Bommel, de Jong; Robben, Sneijder; Robin van Persie y Affelay.
Portugal: Rui Patrício; Joao Pereira, Pepe, Bruno Alves y Fábio Coentrão; Miguel Veloso, Raúl Meireles y Moutinho; Nani, Hélder Postiga y Cristiano Ronaldo.
Por: Juan David Villa
Envigado, Antioquia
Twitter: @jdvlazio
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