Pasión Azul: ¿Qué pasó?

Mucha presión. Esa fue la respuesta de Ricardo Lunari, técnico del equipo más laureado del fútbol colombiano pero que hoy, sinceramente pasa, más que por un mal momento, por un mar de dudas e incertidumbres. Si algo nos preguntábamos los 16.000 que estuvimos en el estadio (cifra que solo un equipo como Millonarios puede lograr después de perder 5-1 contra el Cali y perder contra el peor equipo de la B, Expreso Rojo por Copa Águila) era el cuestionamiento con el que encabezo la presente columna de opinión: ¿Qué pasó? 

Federico "Pocho" Insúa. Fuente: www.eldeportivo.com.co

¿Qué pasó con ese equipo que en las 3 primeras fechas deslumbró a propios y extraños? Entonces la respuesta inmediata fue el argumentar que Millonarios había jugado con equipos “clase B”. Cuando uno mira los resultados de esos tres equipos se da cuenta de una triste verdad: no se puede negar que esa afirmación era cierta. Eso NO desmerita los triunfos conseguidos, cabe recordar que en peores momentos, Cucutas, Cortuluas y Patriotas nos han ganado y nos han dejado eliminados. Pero al mirar el presente encontramos que Cúcuta se acaba de quedar sin técnico por los pésimos resultados, Cortuluá cayó como local frente al también recién ascendido Jaguares de Córdoba, y que Patriotas… Patriotas le ganó al mismo equipo con el que empezó la debacle de Millonarios: Tolima. 

El problema más grave no fue empatar con Equidad, ya Santa Fe en la primera fecha había empatado en techo con los aseguradores 2-2, Cali en Palmaseca ganó con aprietos al equipo verde de la capital. Eso permite deducir que ya de antemano, aunque no obtenía victorias, Equidad era un equipo complicado. El problema más grave se presentó el miércoles, cuando un equipo con una nómina infinitamente superior a la del equipo 16 del Torneo Postobón, como lo era Expreso Rojo, perdió de la manera más vergonzosa e inexplicable. Historia repetida del partido contra Equidad por Copa: el equipo empieza ganando y de pronto se deja remontar el marcador. A eso hay que añadirle: con ese resultado, de los 36 equipos que juegan en la Copa Águila, el último, el equipo de la posición 36, es Millonarios.

0 puntos de 0 en Copa Águila en un grupo con rivales clase B. La excusa: “se jugó con nómina suplente”. Esa excusa fue medianamente válida cuando se perdió contra Equidad por 3 goles a 1 en el Campin… ¿Pero contra Expreso Rojo? No hay derecho. Eso no puede pasar con Millonarios. Desde 2010 hasta hoy, Millonarios ha jugado en 5 ediciones de Copa (antes Postobón ahora Águila) 3 semifinales, 2 finales y 1 título. La defensa del título de 2011 en la Copa de 2012 fue muy parecida a la que vivimos hoy, un desastre (fue tan desastrosa que recuerdo que la única vez que vi el pescadito de Matías Urbano fue en esa edición de la Copa en el estadio de Techo). 

Pero hay otros números que son los que abren la duda. De 18 puntos posibles, Millonarios tiene 10 en Liga, aproximadamente el 55.6% de rendimiento. Como local, Millonarios sigue invicto, 10 puntos de 12 posibles. Con ese rendimiento ha habido equipos campeones en este mediocre FPC. A falta de 2 partidos, Millonarios está a 6 puntos del líder, es decir, ganando esos dos partidos, del puesto 10, pasamos al puesto 1. Y como por arte de magia, se olvida lo que los medios llaman “crisis”. Santa Fe, actual campeón del FPC y quien realiza una buena campaña en Copa Libertadores está 3 puntos por encima de Millonarios con un partido más que nosotros… ¿Eso quiere decir que si lo pasamos en puntos ellos estarán en crisis? No. El único equipo en Colombia lo suficientemente grande para entrar en crisis por 3 derrotas en un torneo de 20 partidos es Millonarios. 

El partido contra los verdes de Bogotá fue malo. Un Millonarios sin trabajo táctico alguno (y entiéndase táctico no solo como defensa; táctica se define como el método para ejecutar o lograr algo, y usted no consigue victorias solo defendiéndose) u orden, se vio enredado por una Equidad que al mando de Santiago Escobar hizo lo que su técnico siempre ha sabido hacer, esconderse y mirar que sale por allá arriba, eso sí, con mucho orden defensivo, que es lo que NO tiene Millonarios (hecha la salvedad que se jugó con una pareja de centrales nuevos en esta Liga). ¿Qué pasó con el toque rápido de Millonarios de las primeras fechas? Fue cambiado por varios pelotazos desde una defensa perdida hasta un ataque sin respuesta que no encontraba cabida en un muy mal partido de Jonathan Agudelo y en un desesperado Fernando Uribe. 

¿Y Lunari? A la desesperada terminó jugando con 3 delanteros, 2 de los cuales tiene menos de 25 años. Al minuto 80 estábamos presenciando los últimos minutos de Lunari como DT de Millonarios, al minuto 85 le salvaron la papeleta, y no en una gran y elaborada jugada, en una pelota quieta. El arbitraje fue malo para ambos lados, así que culpar al árbitro de que Millonarios no pudo ganar es insensato y poco objetivo (recuerde usted que a Equidad no le convalidaron un gol legítimo antes del primero de ellos). El árbitro fue pésimo, como viene siendo costumbre en los partidos que juega Millonarios desde hace bastante tiempo, pero el mal juego de Millonarios eclipsó por muchos momentos el paupérrimo arbitraje. Viene el partido contra Águilas Doradas, o Águilas Pereira o Itagüí, o como se llame el equipo que es la “prostituta” de Fernando Salazar y del FPC (recordando las palabras de este pseudodirigente del fútbol hacia el entonces gran presidente de Millonarios Felipe Gaitán). Vaticinar resultados es ahondar en quimeras. Por nombres, uno esperaría una gran victoria, por juego, un empate se convertiría en un “gran resultado”. A pesar de todo eso, el Campin ya nos está esperando para enfrentarnos una vez más al equipo vecino. El clásico aguarda que de nuevo la marea albiazul cope las gradas del Nemesio para demostrar en tribunas que los vecinos son el alma de Bogotá, porque ni se ven, ni se escuchan, ni se sienten (ni siendo campeones)… si, en las tribunas, porque en la cancha, si esto no cambia, la cosa no pinta nada bien. Por lo pronto, nunca estarás solo Millonarios. FUERZA EMBAJADOR!

Michael Andrés Méndez Torres

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