Foto: Nicolás Orozco |
Que rápido se acabó
la historia del Once Caldas en la copa, y no solo por la eliminación en primera
instancia, porque cuando los que aún creían en el equipo apenas se acomodaban
en el estadio para presenciar el milagro, vieron como en el minuto 14 el
Corinthians burlaba nuevamente el arco de Cuadrado. En ese momento la fe que
quedaba en los verdaderos hinchas del blanco se fue al piso.
El resultado fue 1 a
1, y eso que se necesitaban 5 goles para la hazaña. Así es el fútbol, y muy
rápido nos trajeron a la realidad, el Corinthians es un equipo grande, y su
nómina lo puede sustentar, empezando con su técnico, él y su equipo plantearon
un compromiso inteligente y liquidaron la serie con manejo y rapidez cuando lo
ameritaba, aclarando que desde mi opinión el Once se vio mejor, con más ganas,
pero nuevamente sin claridad ni definición, y lastimosamente era lo único que
se necesitaba hoy.
Como resumen del
juego queda decir que el gol tempranero liquido todo, El blanco inició con
empuje y generó opciones, pero solo eso, cuando los brasileros cogieron el
balón avanzaron rápido y pasaron sin problema a la defensa, Elías definió con
categoría y sentenció el juego, porque en adelante ni Penco, ni Pérez ni Arias
y ninguno de los que ingresó tuvo la claridad del brasilero para definir,
Cassio sacó algunas y el resto las erraron. Al final, Arango fue el único que
pudo anotar para el Once, a su estilo convirtió un gran gol, le quitó un
invicto al portero y le dio algo de respiro a los locales, aclarando que
tampoco fue un buen partido para el anotador, que como en Brasil, perdió en
varias ocasiones el balón tratando de encarar, pero bueno, una le salió.
A la hora de buscar
culpables no pienso que todo el peso deba recaer sobre Flavio Torres, aunque la
mayoría del estadio coreara lo contrario, si bien el estilo de juego no convence
y algunos cambios dejan dudas, hay que ser claros en que la calidad de los
jugadores no estaba para un torneo internacional, y mucho menos para enfrentar
a un rival de ese nivel. Lo mostrado por los refuerzos deja poco que desear,
Sebastián Penco no es ni la sombra del goleador que presentaron, Valoy tampoco
fue el hombre desequilibrante que se conoció en Nacional, y el resto de
contratados sigue el mismo patrón. Como hinchas solo esperamos que con los
partidos mejoren, porque la idea no es desprestigiarlos sino evaluar su
rendimiento, y hasta hoy se llevan una
muy baja calificación.
Foto: Nicolás Orozco |
Finalmente solo queda
por resaltar la lealtad de los hinchas que fueron al estadio sin tener en
cuenta lo acontecido en los partidos anteriores, a Holocausto Norte que mostró
con orgullo sus tapa- tribunas sin importar que en la cancha no se
correspondiera esa entrega y amor por la camiseta, y al resto de seguidores que
en la distancia tuvieron la esperanza de que se diera vuelta al marcador, y que
como todos recibieron otro duro golpe, pero que seguramente seguirán ahí,
pendientes de la evolución de su equipo, porque la pasión es lo único que
importa.
Escrito por: Nicolás Orozco
@Nikoleiro7
0 comentarios:
Publicar un comentario