Desde Les Corts Con Amor: Ahora ya somos del Cholo

Ahora ya somos del Cholo



No pudo ser. Más bien. No debió ser. Si el Bayern de Munich, el cabeza de serie número uno, te coge con la guardia baja y te fusila, agachas la cabeza y piensas que no era nuestro año. Si un rival con tanta sed de victoria como el Atlético de Madrid explota tus defectos al máximo y potencia sus virtudes, el efecto es el mismo. Duele que a la quinta, pues… hincamos la rodilla como nunca. No éramos nosotros los que debíamos pasar a semifinales y se ha de aplaudir a los colchoneros, nada más. Me parece muy oportunista ahora meterse con la directiva. Hay que tener algo de respeto a los que están ahí porque lo decidimos entre todos pero ellos no son los que tapan ni los que rematan. Los jugadores y el entrenador no han de eludir su responsabilidad y no me vale que alguien lúcido siempre como Xavi venga a decirnos que el partido podía haber acabado en empate.




Resumamos. En Barcelona casi todo jugó en nuestra contra pero nos recuperamos con energía. No ganamos pero destrozamos a dos “tanques” del Atlético que ya no aparecieron en la vuelta. Los de Simeone recordaron a un peso pesado del boxeo de gran pegada pero que si se le encuentra un momento de debilidad puede tambalearse. En el primer tiempo, tuvimos cinco minutos mágicos y la segunda parte acabó con un dominio incontestable.

En el Vicente Calderón no se vio al Barça. Entiendo que Iniesta no aceptara bien el cambio pero es que no había lugar para su magia. Messi no tenía presencia. Al menos hubiera ido bien que se pusiera a gambetear estilo Neymar para crear algo de nervios, aunque fuera a escasos metros de su amigo Pinto. Cesc tendrá que aceptar que si sigue jugando así la gente se le va a tirar al cuello. La defensa pues también estuvo desastrosa pero ahí todos debían haber echado una mano para no dar otra vez la ventaja en el marcador a los atléticos. Bartra tuvo algunos golpes de genio, de Alba se dice que salvó el tipo y Alves hace tiempo que cuando sale en los videos de resúmenes de los partidos, es como cuando Pepe se cruza con el mejor Messi.

No sé cuanto se le puede achacar al Tata pero salió con lo que debía salir y con el esquema que teóricamente podía funcionar. Si habláramos en términos de lucha libre (como a veces empiezo con el amigo Luis Carlos pero nunca profundizamos), en la Royal Rumble del miércoles, el Barcelona no parecía el que buscaba la gloria del triunfo. Era el viejo campeón ya fatigado y sin brillo en los ojos. Eran otros los que iban a muerte y me vale de poquito que el vestuario ahora esté mal anímicamente. El futbol les va a dar varias oportunidades en días y los que salgan esquilados aún tendrán la ocasión de lucirse en el Mundial porque entonces se olvidan los dolores, las tácticas malas y lo demás. Ahí se sale a por todas y la gloria será para quien se la trabaje.

Dos partidos seguidos fuera de casa van a marcar bastante el devenir de esta temporada. O el Tata se lleva todas las fichas de la partida que quedan en juego o nadie va a reclamar que se quede. Pero él no es el máximo sospechoso, ni mucho menos. A la directiva le toca solucionar los líos en los que se metió solita y a los jugadores, pues lo mismo. Yo sé que los jugadores sacarán orgullo en la final de la Copa y no queda otra, con la duda de Piqué y con Pinto en la puerta. Ya hemos visto que por culpa del portero de momento no se ha perdido la primera  y más prestigiosa de las batallas. Bartra está ganando peso en el equipo y los jugadores del medio del campo dicen estar con las pilas cargadas. Que lo demuestren o dejen su lugar a los que no han tenido muchos minutos. Sigo apostando por nuestros delanteros porque se igualan o superan a los de cualquier equipo. Hay que animar y a final de año valorar entre todos que se tiene que hacer.

 Si la directiva sólo está para tapar agujeros y filtraciones. Si no se sienten fuertes, que dejen su lugar y su mayoría en las últimas elecciones se habrá evaporado. Que la oposición nos seduzca con buenas palabras y profesionales intachables, nunca con ataques crueles que no llevan a nada. En la Champions, todo mi apoyo a partes iguales al Bayern y al Atlético y que los grandes enemigos caigan con todas las de la ley. Si alguna cosa puede tener positiva la eliminación es que tampoco sentíamos que ésta iba a ser nuestra Champions y ganar unas semis y una final se antoja bien duro con nuestro potencial irregular. Habrá quien se pueda sentir satisfecho si el Real Madrid muerde el polvo. Todos, vaya. Pero si llevan cuatro semifinales, es que ya están rozando la Décima y hemos de ser como los guardianes que protegen un tesoro tras una puerta. No podemos irnos al baño y dejar el lugar sin custodia.

Se han fijado que no he hecho una crónica del partido. No sé si merece la pena. Chapeau para el Atlético y hay que fijarse que delanteros con menos nombre que los nuestros nos destrozaron. Pinto tuvo un descuido pero luego lo dejaron vendido. Ese vendaval no podía durar los noventa minutos. Ellos se calmaron porque no querían recibir el empate bajo ningún concepto. A nosotros no sé si nos pudo ir bien ayer ir a la prórroga porque es como en el baloncesto en un partido igualado. Si eres capaz de dejar en tablas un choque es bajo la condición de estar dispuesto a aguantar los cinco minutos extra. Si no es el caso, casi mejor tirar la toalla y al menos la derrota es mínima. Al menos es como lo veo yo.

De poquitos fuimos llegando al área contraria. El meta atlético salvó una ante Neymar y los remates de cabeza del brasileño y del Messi se escaparon por poco cuando él ya no podía llegar a blocarlos. Todo iba hacia un posible “Iniestazo” si hubiéramos conseguido meter al Atlético en el área. No fue así. Ellos empezaron a disfrutar de las mismas ocasiones que el Real Madrid ante el Dortmund suicida de los últimos minutos. Nosotros mandábamos el balón arriba sin criterio ni posibilidades. Al menos debía haber habido un rematador tipo Piqué para intimidar un poco por arriba pero ni eso.  Ni los activos Pedro ni Alexis pudieron cambiar la dinámica aunque tuvieron tiempo para al menos liarla una vez.

A animarnos para el Granada. Tampoco creo que a nivel físico tengan que pagarlo este sábado y podemos ponernos de nuevo líderes por unas horas. A día de hoy es insufrible pensar que toca ganar al Atlético en casa para ser campeones aunque aún sería peor estar en la última fecha sin opciones. Bien pensado, hasta podemos empatar una vez pero luego llamar a la NASA para saber cómo batir a los del Cholo. He visto una imagen de culés aplaudiendo a los madrileños en el campo. Bravo. Contra el Real Madrid tocara sacarse de la chistera un partido impresionante para ganar por tercera vez a los blancos. Nos correspondería vengar la última final de Valencia pero es misión complicada, para nada imposible. A un Atlético que ya tiene dos partidos añadidos y el cansancio acumulado de la temporada lo siento mucho pero la Liga ha de ser nuestra, sí o sí. Por mucho que ellos hayan hecho méritos. Claro que en esos seis partidos el Camp Nou apoyara (si lo desea, si la gente acude, si los jugadores ponen ganas) pero el resto es cosa de que nos reconquisten una vez más. Y yo quiero a todos los jugadores y espero que lo logren. Y al Tata nunca insultarlo. No se le puede acariciar la mejilla un día y luego soltarle un bofetón al siguiente. Y a Bartomeu, que cada cual le diga lo que quiera, antes, después… y en el descanso.


¿Qué les parece, acabo con la ficha técnica o… mejor que no? O pongo sólo a los jugadores del Atlético porque los nuestros no estuvieron nada finos. Como mi escrito ha sido más bien una editorial que una crónica (anunciada o no, eso lo dirá el lector), hasta el sábado. Y con la frente bien alta para volver a ponernos la camiseta y a gritar en apoyo de nuestro querido club.



Por: David Garcia Gallego
Bogotá
@Midas_mcalister
(Luis Carlos Montañez)

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