Desde Les Corts Con Amor: El FC Barcelona y el Amor ¡!

             

Primero que todo ofrezco disculpa a todos mis lectores y al público en general por mi ausencia prolongada de esta tribuna, la universidad y su finales, el trabajo en horas nocturnas y mi computador el cual entró en un estado “Pinto” es decir, no obedecía órdenes básicas, tomaba criterios equivocados y no corría funciones complejas, me alejaron de publicar al nivel acostumbrado.

 

Ahora bien entrando en materia qué decir del F.C. Barcelona?, luego del Derby, frente a los que se quejan del calendario y menosprecian equipos tratándolos como si fuesen de “Europa League”, los nuestros los que hacen poesía con los pies, han firmado un arranque de temporada espectacular en cuanto a números se refiere, envidiable incluso para uno cuando toma el mando de la consola de videojuegos y juega en modo campeonato, inicialmente y debido a las bajas por lesión y al insoslayable Hándicap de asumir el mando del equipo por parte de Tito, en mi concepto, hubo un par de juegos donde los nervios y la garra fueron el motor para sacar los partidos adelante, pero al final de los minutos reglamentarios se lograron los puntos, en Copa del Rey y en Champion’s League la historia no difiere, siendo el único traspiés la caída indolora ante el Celtic, que hizo rodar lagrimas en el rostro de Stewart, pero definitivamente el nivel colectivo ha sido dejado de lado en estos últimos meses por las sendas nominaciones al balón de oro, para Iniesta y Messi y por el asalto final al trono de los máximos artilleros mundiales en un año en poder de Pele y el “Torpedo” Alemán, por parte de D10s que en el día de ayer se encumbro oficialmente en los libros Guinnes muy a pesar de algunos Zambianos y de fanáticos de Zico.

Pero hoy mi escrito no va dirigido al equipo o un jugador en particular como ya lo he hecho en ocasiones anteriores, sino al sentimiento en general y situaciones que me han tocado este año. Esta vez hablare de algo muy etéreo pero motor de las más significativas cosas que puede hacer un ser humano, el amor, un sentimiento que saca lo mejor y a la vez lo peor de nosotros, pero que nos permite vivir, sentir, creer, hacer, por amor hasta yo que soy bastante crédulo me he internado en las aventuras mas épicas donde el premio ha sido un beso que resulta como agua en el desierto o sin temor he recorrido las sinuosas curvas femeninas en busca de la eternidad.

Pero como hombre, mi corazón se divide en dos, el amor a una mujer y a mi divisa, y esta es el FC Barcelona del cual profeso un amor ciego, por verlo he dejada tirada la U, el trabajo y hasta algún encontronazo con la fuerza policial, pero este amor es tan universal, que he encontrado a varios desconocidos que ahora son mis hermanos y quienes nos reunimos de manera consuetudinaria cuando el calendario así lo dice para dejarnos la piel y las ganas, bajo el nombre de PEÑA BARCELONISTA DE BOGOTA y donde nuestros lazos de sangre se ponen por encima de otros gustos al vestir la elástica culé.

Yo por mi parte en la búsqueda incesante del ser, he traicionado mi esencia y en este momento de evaluaciones de lo que deja el año, me siento como podría sentirse Ibrahimovic, como un mercenario, pero esta vez del sentimiento, enfundándome cualquier camiseta a cambio de de algunos besos, en el caso de él son pesos, pero siempre en lugares equivocados, causando odios y viviendo al azahar cuando es bien sabido que si el amor es puro, hay que esperar en el banquillo como bien lo hacia Oleguer, aguardando esos minutos balsámicos como titular.

Siempre he anhelado volver a sentir por una mujer lo que siento cuando veo esa camiseta azul y bordó, que a donde haya un cerveza fría y un televisor encendido con su juego ahí estaré, en bienestar de la U, en un bar, taberna, cevicheria no interesa ahí estaré alentando, solo por verle unos minutos, soy tan pleno y feliz y mi amor es retribuido con actuaciones catedralicias, pero también no faltan los días duros y se hace mas a flor de piel ese amor como un tatuaje cuando las cosas no marchan bien.

Yo pienso que en el amor, uno siempre debería ser como Messi al Barcelona, al conocer a esa mujer luchar por ganarse un lugar, superando nombres que han hecho historia en su corazón pero a base de esfuerzo, de aprovechar esas primera oportunidades y anotar en momentos únicos como un globo al Albacete, driblar situaciones y momentos duros o inesperados como si fuesen defensas del Getafe, meter la mano si es necesario para no dejarla ir como si fuese un balón rebelde que surca los aires como contra el Espanyol o meterle el pecho y el corazón en minutos decisivos como ante Estudiantes. Pero también se deben superar episodios complejos de esos que no permiten estar juntos como cuando se contrae un musculo y las canchas se ven desde afuera, pero recibiendo ese apoyo incondicional de la afición ya que se saben el uno por el otro, y que una infidelidad como aquella que un antiguo amor portugués, nos provoco, jamás pasara y que después de los momentos de ese cariz, como un buen amante, jugar para ella siempre sea igual de importante sin detenerse a observar si es Copa del Rey ante un Córdoba, Liga ante un Bilbao o ante el United en una final de Champions, así debemos ser con ellas, estar ahí sin importar si es una visita al médico, acompañarlas de compras o hacerles el amor y así solo tal vez así no logremos 88 goles en un año si no más de 88 veces de hacerle perder el aliento o llenar sus vitrinas del alma no con 19 títulos si no con 19 recuerdos de esos que sean indelebles al corazón.

Perdonaran ustedes mi catarsis particular, espero me sepan entender, he decidido por tanto sentarme en el banquillo pero entrenando duro para lograr un día la titular y la cintilla de capitán en el equipo de esa mujer que me robe el aliento, no venderé mas mi goles a equipos momentáneos y mientras eso pasa seguiré viviendo al Messi que enamora Catalunya y al mundo, mientras yo disfruto al FC Barcelona y al amor.

Por: Luis Carlos Montañez

Bogotá

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