La Incorporación del estratega Juan Carlos Osorio a la dirección técnica del Atlético Nacional, ha generado diversas opiniones muchas de ellas en sentido negativo y de rechazo por este nombramiento.
Es claro que detrás de estos comentarios de molestia con el nombramiento, hay personas cercanas al club, que tienen alta influencia en un sector de la hinchada y que hace rato están buscando imponer nombres a conveniencia propia, para poder tener la injerencia sobre el equipo, que perdieron una vez salieron profesionalmente de la institución verdolaga.
La salida de Santiago Escobar, es un acto lamentable, si se mira por el hecho de la actitud que los jugadores, sobre todo los de más renombre, tomaron en los juegos que disputaron y que llevaron al equipo a perder tantos encuentros como hacía mucho no se veía, menos cuando se conformo una nómina tan capacitada y supuestamente profesional.
Pero mirándolo desde otro punto de vista, ese es el precio que recibe por un fracaso tan grande, pues si bien el semestre pasado, los resultados fueron malos y se necesitaba una reestructuración y la salida de varios jugadores que venían siendo una dificultad tanto al interior del equipo, como en su desempeño en la cancha, al técnico se le dio lo que pidió y la renovación fue de un 90% en la nómina, pero el manejo fue parco y permisivo, lo que conllevo a un manejo acomodado a las exigencias de los jugadores y no las del propio técnico.
La llegada del técnico Osorio, puede presentar alguna luz de cambio en el manejo de grupo, pues no es una persona manipulada por el cierto sector deportivo y periodístico de la ciudad, que quiere imponer jugadores y manejar a los técnicos a su conveniencia y que para hacerlo recurren a la hinchada, para que boicoteen la labor del técnico entrante y que de una vez llaman a hacer coros de rechazo en los encuentros, solo por el hecho de no ser el que ellos querían que se nombrara.
El señor Osorio es una persona formada en una escuela europea, que puede aportar mucho en la manera de jugar, una nueva mentalidad y a lo mejor una nueva actitud en los jugadores. Se espera que no venga con amiguismos y preferencias por jugadores, que sepa elegir una nómina competente y con ganas de conseguir resultados y con actitud ganadora.
Necesitamos un técnico que sea capaz de reemplazar un jugador en un momento determinado, que no le tiemble la mano, porque el jugador sea el más costoso, o el de más renombre, hay que entender que se tienen momentos de poco rendimiento y que hay otros que lo hacen mejor.
El equipo tiene una nómina mixta donde hay juventud y experiencia, tiene un buen grupo de jugadores para el recambio tanto posicional como generacional, tiene unos juveniles con mucho talento y deseos de triunfar y que les está haciendo falta más oportunidades y minutos de juego.
Vamos a ver de que esta hecho Juan Carlos Osorio, pues llega a una institución que ofrece todo un abanico de oportunidades y materia prima para hacer un gran equipo y unos grandes torneos. A diferencia de otros clubes en los que ha estado, tiene una amplia nómina de jugadores, una buena liquidez de la institución para reforzar una o dos posiciones que faltan, salarios de buen nivel con respecto al medio y lo más importante, puntualidad en los pagos.
Por lo anteriormente expuesto, lo que se necesita es un timonel que sepa manejar el equipo tanto en la cancha como en los camerinos y en los días de descanso, que imponga un estilo propio y lo haga respetar, que logre el equilibrio que necesita el equipo y en el momento de llevar un jugador al banco o excluirlo de un partido, lo haga sin pedirle permiso a nadie, eso sí con una fuerte argumentación para hacerlo.
Espero que se le dé el apoyo necesario al nuevo técnico, no lo juzguemos antes de empezar con sus labores, démosle el respaldo necesario y esperemos que vuelva al Nacional por el camino de grandeza a que nos tiene acostumbrados y ese mismo respaldo lo deben dar las directivas si en algún momento el técnico toma una decisión contra un jugador por mediático que este sea, siempre y cuando las razones para tal hecho pasen por el desempeño deportivo o su actitud con el equipo.
Es hora de imponer una cultura de futbol donde el culpable de todo, no sea siempre el técnico, donde la autoridad de este pese más que la de cualquier jugador, pero que adicionalmente a esto se demuestre su jerarquía y capacidad con resultados, es hora de cambiar el chip y empezar a formar una nueva historia y porque no una renovación en la mentalidad futbolística del club.
JUAN CARLOS BOHORQUEZ
@JCBOHORQUEZ
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