10:55pm (hora Madrid)
El equipo del crack estaba arriba en el marcador y aunque no era un partido donde todo le salía a la perfección, Messi sentía un poco de tranquilidad.
Los minutos corrían, sus pies también lo hacían pero su cerebro no iba a la misma velocidad ni con la misma sagacidad. Cada balón en sus pies era una oportunidad que su equipo perdía, era inútil tener tantos recursos frente a las líneas más poderosas de La Liga. Cuando sus compañeros de mitad de cancha hacia abajo hacían lo imposible por no dejar caer su orgullo, la Pulga solo podía agachar la mirada y anhelar oxígeno y respuestas. El lo sabía, no podía levantar la mirada, eso sería como amarrar la soga a su cuello. Cierra sus ojos por segundos pero no lo soporta; se cruzan las imágenes de madridistas burlándose, riendo descaradamente y acusando su torpeza.
11:12pm (hora Madrid)
Gritan su nombre, ve como el balón corre hacia él. Enseguida toma carrera en busca de una oportunidad para volver a ser la estrella pero no contaba con la pronta respuesta de un viejo conocido, un grande del Madrid, Arbeloa. Sus pies toman la pelota y enseguida siente el choque de los entrenados zapatos del madridista. Desconcertado se gira y queda de frente al banquillo del equipo local, su frustración se mezcla con la ira y desesperación. Sus expresiones reflejan rabia y sus pensamientos son alimentados por las mismas imágenes que le atormentaban al cerrar los ojos. No tiene control sobre si mismo y su corazón rapidamente manda impulsos a su cerebro para que obre según sus emociones. Sin dar un segundo más de espera, actúa. El escupitajo viaja directo hacia el banco y cae, así como también caía la buena imagen del "ejemplar" barcelonista.
12:40am (hora Madrid)
Cansado, agotado, enojado consigo mismo no concibe un partido empatado con su eterno rival. El marcador igualado solo era la recompensa a su deplorable, horrible y desconcertante actuación en el campo de juego. Caminando hacia al autobús del equipo catalán sus emociones y sentimientos, corroídos por 2 horas desastrosas, lo impulsaban a saciar su ira. Le dijo a uno de sus compañeros que siguiera sin él, tenía que hacer algo antes de subir al autobús. Su colega lo miró extrañado y le preguntó si lo acompañaba, Messi negando con su cabeza dio media vuelta y se dirigió al parqueadero del Real Madrid.
Cada paso que daba era alimento a sus pensamientos e ideas, ideas en contra de su profesionalismo. A lo lejos vio un auto con su viejo amigo, Arbeloa junto a su esposa quienes estaban dispuestos a irse a descansar. Acelerando sus pisadas como leopardo que ha visto su presa, tenía un único objetivo, sólo podía hacer algo, sólo eso podría detener las voces en su cabeza, sólo la acción precisa en el momento perfecto podían detener las imágenes que lo marcaban cada vez que cerraba los ojos.
Se acerca al auto y frente a la ventana del conductor dice enfurecido…
Juan David Ríos Olave
Bogotá, Colombia
@JuanRCharcos
Escritor para Fútbol Libre y Toco Madera Blog.
Arbeloa un grande del Madrid? mmmm que pensaran Chendo, Camacho y RCarlos de ese título??
ResponderEliminarArbeloa un grande del Madrid? mmmm que pensaran Chendo, Camacho y RCarlos de ese título??
ResponderEliminarGenial............ muy bueno.... no tengo mas por decir
ResponderEliminarMuchas Gracias.
EliminarEspero seguir teniendo el honor de que me lea.
De acuerdo con el comentario de Andrés Arango. Arbeloa es muy, pero muyyyyy malo. De grande no tiene nada.
ResponderEliminarHay que quitarse la camiseta y ser serio, un tipo que juegue en el Madrid no es un grande ni es el mejor o qué me dice de gente como Gravessen, Adebayor, Congo, Diarra, Sahin?
En segunda instancia, me parece mal utilizado el recurso narrativa, si dice "en la cabeza de tal" , hay que pensar como él. Esto es una crónica, que no es mala, peor hay incoherencia con el título,
Saludos
Gracias a "Andres Felipe Arango Guevara" y a "Christiangadejo" por sus comentarios.
EliminarAprecio bastante que se hayan tomado el tiempo para leerme y comentar.
Tendré muy en cuenta sus observaciones y espero seguir teniendo el placer de tenerlos como lectores.
Muchas Gracias.
Hola Juan.
ResponderEliminarDe acuerdo con Andrés y Christian. Arbeloa no es ningún grande, normalito tirando a malo. La propuesta de la columna no es mala, pero como anota Christian no veo coherente el título.
Por otro lado, es de resaltar el punto de vista de humanizar a los ídolos. Magos del balón que sienten como cualquier "Cristiano".
La "Tribuna Merengue" tiene un nuevo aire y esperamos que el club también lo tenga. Saludos.
Muchas Gracias.
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