Es de mañana y la ansiedad me ha despertado temprano, no es un día cualquiera, no es un día normal. Hoy el invitado especial soy yo, hoy cumpliré un sueño, esta noche cumpliré sueños.
Hoy gritaré, "Hala Madrid".
Se sentía igual a como lo soñaba de niño. Le contaba a mis amigos los sueños que tenía casi todas las noches. Siempre me veía celebrando el gol decisivo en la final. Ese era un sueño común entre nosotros, pero yo soñaba hacer esa proeza con un equipo en particular. Mi camiseta sería Blanca, impecable y perfecta. Sería la camiseta del Real Madrid.
En unas cuantas horas estaría el presidente presentando mi fichaje, y aunque ya todos lo sabían, la reacción de la hinchada era lo que me intrigaba. Cada cosa que hice durante el día era relleno y sólo pensaba en ese instante cuando anunciaran mi nombre. No sabía cómo reaccionaría, no sabía ni qué decir. Pero si tenía muy claro lo que haría, iba a gritar con el alma.
Era momento de ir al mítico Santiago Bernabéu, un estadio que me fascinaba desde chico.La cantidad de gente que esperaba por el evento era absurda. «Si eso sucedía afuera, no quiero imaginar qué estará pasando adentro» pensaba mientras sonreía a quienes veía a través de la ventana. Bajé del auto y caminando hacia los camerinos pensaba «jamás saldré de aquí, no sin antes haberlo ganado todo» En ese momento hice un voto interno conmigo y con mi papá, que ahora está en el cielo. Esa promesa era dar la vida por esta institución.
Estaba a punto cumplir uno de mis sueños, colocarme la camiseta del equipo Merengue con mi nombre en el dorsal. La levanté suavemente y la admiré por unos segundos, vi al respaldo el mítico número 9. «Di Stefano usó este mismo número. Pero ahora tiene mi nombre... si que se ve bien». Pensaba en todos los momentos cuando soñaba estar haciendo lo que en este mismo instante estaba por hacer. Sonreí recordando todas las personas que ignoraron mis palabras cuando les decía que algún día estaría en este camerino con los mejores.
Mientras me ponía mis nuevos botines alguien tocó la puerta. Era una persona de logística avisándome que ya debía ir hacia el túnel.
—En un minuto iré—
—Ok, más de 70.000 personas están allí arriba; no los hagáis esperar ¿vale?—
Negué con la cabeza mientras sonreía y los nervios recorrían con fuerza todo mi cuerpo.
Ya estaba en el mismo pasillo por donde pasaría cientos de veces el resto de mi vida. Vestido completamente de blanco mi corazón estaba apresurado por los cánticos de todos los aficionados que habían ido a verme. Gritaban tan duro que apenas podía escuchar lo que el presi decía. Después de un pequeño discurso, el jefe anunciaba... —Hoy ha llegado el momento, hoy le damos la bienvenida a su nueva casa. Hoy recibimos a Cristiano Ronaldo—
Esa era mi entrada. Con apuro subí las escaleras y entré a la gramilla del grandioso Santiago Bernabéu. Los aplausos de la gente era ensordecedores y yo lo estaba disfrutando. Sólo podía aplaudir a mi alrededor agradeciendo esta bienvenida. Caminé por esa tarima verde que reflejaba las luces de las cámaras y quien me enfocaba al frente dejaba en evidencia mi satisfacción al estar allí. Al girar hacia la derecha vi al mítico Alfredo Di Stefano, "La Pantera" Eusebio y al presidente Florentino Pérez.
—Querido Cristiano Ronaldo— el jefe hacía una pausa esperando que los cánticos de la hinchada bajaran un poco. —Esta es desde hoy tu afición. La misma que a lo largo de la historia ha colocado al Real Madrid en la cima del fútbol mundial. Ellos te pedirán lo máximo pero también, te lo darán todo— Yo sabía que Florentino seguía hablando pero yo no pude escucharlo viendo cuanta gente había en ese lugar. ¡No lo podía creer! Caí de nuevo en la realidad cuando vi al presidente señalándome y dándome paso a los micrófonos. Ja! Si que estaba disfrutando ese momento. Quería llorar, gritar y saltar, hacer un gol en ese mismo momento, levantar una copa con esa camiseta... Estaba cumpliendo mi sueño de niño.
Empecé el discurso más improvisado y estúpido de mi vida, no tenía la menor idea de lo que estaba diciendo, sólo quería agradecer y hacer una cosa que sí había preparado. Acercándome un poco más al micrófono dije —Muchas gracias y ahora voy a pedir a todos que digan conmigo, yo voy a contar hasta tres y decimos todos "Hala Madrid" ¿vale?— sabía que era una idea extraña pero si quería el amor de esta afición debía hacerlo. Estaba preparado para gritar con todo mi corazón y esperaba que todos me acompañaran con la misma pasión e intensidad.
Hoy te hablo a ti, quien está leyendo mi historia y ha soñado conmigo todo este tiempo. Vamos a gritarlo juntos estéis donde estéis con la pasión y entrega que nos caracteriza como Madridistas.
—¡VAMOS A HACERLO!
... Uno, dos, tres...
¡HALA MADRID!—
Juan David Ríos Olave
Bogotá, Colombia
Escritor para Fútbol Libre y Toco Madera Blog.
Fuente YouTube
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