Millonarios perdió el partido que podía perder, pero quedó
con la necesidad de no fallar más para no resignar la oportunidad de llegar a
la final. Junior, sin ser mucho más, se llevó una victoria fundamental en la
pelea por clasificar en el grupo A. Un arbitraje horrible de Adrian Vélez,
perjudicando a los dos equipos, fue el punto más bajo de un buen partido.
Millonarios buscó el partido aun en inferioridad numérica y no permitió que
Junior hiciera notar el hombre de mas que tenía.
El partido empezó con el equipo local siendo más que
Millonarios. El empuje inicial, que duró cerca de 10 minutos, permitió ver el
mejor futbol de Junior durante el partido ya que a partir de ese momento Millos
fue a más, equilibrando el juego. Millonarios empezó a adueñarse cada vez más
del balón, cosa fundamental en lo que Hernán Torres pretende. Solo cuando el
equipo logra manejar el balón se puede ver destellos de futbol y de buen juego.
Desde mi punto de vista, debido a que la segunda línea de volantes no es muy rápida
ni tiene mucha llegada, un planteamiento al contragolpe no da resultado ya que
no se sale con rapidez y no se generan opciones de gol (pasó en Madrid y contra
Palmeiras, en los que pueden ser de los peores partidos del equipo en la era
Torres). Es por esto que el juego del equipo siempre está basado en la búsqueda
de la tenencia y de la elaboración de opciones de gol gracias a la circulación continua
del balón, incluso de visitantes en estadios tan complicados como el
Metropolitano. En el 4-2-2-2 de Millos los dos jugadores de creación tiene características
similares: son muy técnicos, con gran visión de juego y capacidad de pase, pero
carecen de explosividad, velocidad, llegada y gol. Ahí entra en juego Omar Vásquez, quien tiene
unas características diferentes. Es mucho mas desequilibrante y tiene mayor
explosividad, por lo que cuando entra a jugar destaca y le da otro ritmo al
equipo. Digo esto para intentar explicar la razón por la cual el equipo
aprovecha bien la entrada de este jugador en los segundos tiempo pero, como
pasó en Barranquilla, no pesa cuando tiene que ser titular. Esa explosividad es bien aprovechada cuando
los rivales ya están desgastados, pero cuando empieza de titular no logra
marcar las mismas diferencias. Si a eso se le suma que no tiene la claridad ni
la visión de juego de Otalvaro y de Mayer, se entiende por qué Omar no es
titular.
Aun así, Millos logro mostrar un futbol interesante, teniendo
una opción clarísima, un mano a mano de Wilberto Cosme que este no pudo definir
bien. En la siguiente jugada, después de dos rebotes al intentar rechazar, el
balón le quedó a Teófilo quien al intentar centrar en posición incómoda envió
un balón que se desvió en Lewis Ochoa y terminó adentro. El primer tiempo dejó dos jugadas polémicas.
La primera, un buen gol de Teófilo anulado incorrectamente por el asistente, lo
que suponía el 2-0 del equipo local. La segunda, la injusta expulsión de Pedro
Franco finalizando el primer tiempo.
Este último fue un error nefasto para Millonarios, no solo por el
partido frente a Junior sino por lo que trajo consigo. Si jugar a las 3 30 en
Barranquilla ya es desgastante, hacerlo por más de un tiempo en inferioridad numérica
genera un desgaste significativo para el apretado calendario que va a tener el
equipo. Además, deja en jaque a la defensa para un juego crucial como es el que
se jugará contra Pasto en condición de visitante. Es más que probable que ni
Franco ni Román estén para ese partido, por lo que los centrales serán
Ithurralde y Henríquez.
El segundo tiempo arrancó con un reordenamiento debido a la expulsión
de Franco. Hernán Torres no llevó ningún central al banco de suplentes, por lo
que fue necesario improvisar a algún jugador en esa posición. El elegido
fue Ganiza, quien ya había jugado de
central en la era Páez. La entrada de Elkin Blanco por Wilberto Cosme le dio solidez
al equipo en la mitad pero perdió mucho peso ofensivo. A lo largo de este
segundo tiempo el hombre de más de Junior no se notó y por grande pasajes del
juego fue Millonarios quien controló el balón. Lastimosamente, debido a la
soledad de Wason adelante, el equipo careció de profundidad y no logro
transformar esa tenencia de balón en opciones claras de gol. Es acá cuando
vuelvo a resaltar la que para mí es una de las fallas del equipo: la poca
llegada de jugadores de segunda línea. Ninguno de los tres volantes de creación
más utilizados por Torres (Candelo, Otalvaro y Vásquez) dan sensación de
peligro ni acompañamiento, por lo que al sacar a Cosme se dejó completamente
aislado y sin apoyo a Wason. Tal vez los únicos volantes que cumplen con esa función
son Ganiza, sorprendiendo desde atrás (pero al reacomodarlo de central se perdió
esa posibilidad) y Robayo, quien ha mostrado un nivel bajísimo desde que volvió
de la MLS. El partido transcurrió sin muchos sobresaltos hasta que una mezcla
de la genialidad de Giovanni Hernández y la falta de coordinación de los
centrales de Millos le dio a Teófilo la oportunidad de marcar el 2-0. Henríquez
salió de su zona al intentar achicar pero no retornó a su posición como central
derecho. Esto produjo que Ganiza tuviera que pasar al centro de la defensa a
ser un único central, descuidando el perfil izquierdo (el cual cubre cuando están
los dos centrales). Ese mal movimiento generó un espacio que no se puede dar si
el otro equipo tiene jugadores de la talla de Hernández y de Teófilo. Millos no
se rindió pero no logro encontrar el gol hasta que faltando solo segundos para
finalizar el juego, un tiro libre ejecutado por Delgado le dio el descuento al
equipo.
Como conclusiones hay que destacar el buen partido hecho por
Millos (plaza complicada, con 10, después de desgaste de Gremio, etc.). Si bien
se perdieron tres puntos que entraban en los planes, ahora no hay margen de
error. Un breve análisis del calendario del equipo muestra por qué no se puede
fallar más. En una situación normal, las cuentas pasarían por ganar los 9
puntos como local y lograr sacar 1 o 2 de visitante para lograr la clasificación.
El problema es que al jugar la sudamericana el panorama se complica. No solo
tenemos que jugar el domingo con bajas sensibles, tanto por amarillas como por lesión,
sino que sacar los 9 puntos de local será más complicado de lo esperado. El
primer partido del equipo en El Campin, será frente a Tolima, sin tener ni
siquiera un día de descanso respecto al partido de vuelta frente a Tigre. Esto
hace que se tenga que pensar en poner una nomina mixta en el torneo local para
afrontar con la titular le torneo internacional. Por esto, ese partido como
local será complicado y de no sacar los 3 puntos se tendrán que buscar ya sea
en Ibagué o en Pasto. Siendo realistas, resulta fundamental traer un resultado
que deje casi definida la serie contra Tigre. Ya sea a favor o en contra, pero
que permita jugar esa vuelta con una nomina alternativa y centrar fuerzas en el
partido contra Tolima. Un resultado abierto hace que se tenga que buscar la definición
con el equipo titular y jugar el partido contra Tolima con nomina alterna.
Por: David Rodríguez
Bogotá
@DavidRod88
deru88@gmail.com
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